Es muy común actualmente ver personas con todo tipo de perforaciones y aunque algunas son más comunes que otras, ya no llaman la atención como lo hacían en otro tiempo. De todas formas, hay cosas sobre los piercings que no cambian y una de ellas es la reacción del cuerpo ante ellos.
Si estás pensando en hacerte un arito, tené en cuenta el tiempo de cicatrización y los cuidados que debes tener hasta que tu cuerpo lo acepte totalmente.
- La primera es la fase inflamatoria, en la que la herida sigue abierta y por lo tanto sangra. En esta fase se experimenta hinchazón en el área perforada y por ello un poco de
- La segunda fase es la proliferativa. En ella el cuerpo produce células y proteínas para curar la herida y cicatrizar la perforación. Esta fase tiene una duración más extendida que la primera y es la más importante en el proceso de curación.
- La última fase del proceso es la de maduración. Se trata de la etapa en la cual el cuerpo produce células nuevas que se encargan de recubrir la perforación y de terminar de sanarla. En esta etapa es normal que las glándulas sebáceas produzcan una sustancia amarillenta para hidratar la herida, por ello no debemos alarmarnos ya que es algo totalmente normal.
A continuación les dejamos el listado de los tiempos de curación de las distintas perforaciones.
- Lóbulo de la oreja - 4 a 8 semanas
- Cartílago de la oreja - 3 meses a 8 meses
- Ceja - 6 a 12 semanas
- Nariz - 2 a 4 meses
- Tabique nasal - 6 a 8 semanas
- Labio - 2 a 4 meses
- Lengua - 4 a 6 semanas
- Frenillo lingual - 1 a 2 meses
- Pezón - 3 a 9 meses
- Ombligo - 7 meses a 1 año
- Genitales femeninos - 4 a 10 semanas
- Genitales masculinos - 4 semanas a 6 meses
La cicatrización al principio puede ser molesta pero es sólo hasta acostumbrarse. Cuando uno forma el hábito de higienizarse el piercing o mantener limpia la zona de la perforación esta acción pasa a ser parte de la rutina diaria, como puede ser lavarse las manos o cepillarse los dientes.
Sabiendo cuánto tiempo tomará la cicatrización de nuestro piercing seremos más conscientes a la hora de cuidarlo y ayudarlo a sanar. Es bueno recordar que es importante perforarnos con profesionales que estén aptos para ello y que utilicen instrumentos esterilizados para trabajar.
Infecciones como la hepatitis, tétano e incluso el VIH pueden propagarse a través de las agujas usadas, por lo que es vital el cerciorarnos de que nuestro piercing se haga con una nueva y esterilizada. Debemos, por otra parte, evitar las perforaciones hechas con pistola debido a que estas no pueden ser esterilizadas y por lo tanto constituyen un riesgo enorme. Finalmente debemos estar seguros de no ser alérgicos al metal que se utiliza para la perforación.
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