- Primero trata de elegir un lugar de tu cuerpo adecuado para situar el tatuaje temporal. Debes considerar que las zonas ideales son aquellas menos expuestas a los roces, por ejemplo la parte baja de la espalda. Una vez que hayas hecho tu elección lava cuidadosamente la superficie, de modo que ésta quede libre residuos, y secala bien.
- Aplica el tattoo basándote en las indicaciones adecuadas para el tipo de tatuaje temporal que hayas elegido.
- Una vez que el tatuaje haya sido plasmado, no desesperes ni te pongas ansioso. No lo toques y dale el tiempo necesario para que se seque por completo. No apliques ni otros productos (aceites, lociones) sobre el tatuaje durante el tiempo de secado. Importante: no cubras la zona; es preciso que esté en contacto con el ambiente.
- Ahora que tu tatuaje temporal está bien seco consigue un pincel de esos que se utilizan para aplicar maquillaje; lo importante es que sea pequeño y de cerdas suaves. Ayudándote con este pincel, espolvorea talco para bebés en la superficie del tatuaje. Lo ideal es que repitas esto al menos, una vez por día todos los días.
- Por último, debes prestar mucha atención y evitar cuidadosamente las fricciones y roces, por ejemplo al bañarte. Tené en cuenta que los tatuajes temporales son resistentes al agua, pero si los restregas, corren peligro.
Esperamos que les hayan servido estos consejos y que puedan lucir en su piel un diseño sin dolor, rápido y fácil.
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